jueves, 14 de enero de 2010

Roncagliolo en su ficción



Durante una conferencia en Madrid, el escritor peruano Santiago Roncagliolo sostuvo ayer que no es nada fácil escribir una novela de no-ficción: “Da más trabajo porque conlleva más investigación y la búsqueda de testigos de la historia”, dijo en coincidencia con su par español Miguel Barroso.

Ambos literatos participaron en la mesa redonda A sangre caliente –título en alusión a la famosa obra de Truman Capote, el precursor del género–, organizada en la Casa de América de la capital española y en donde hablaron de la confluencia de la literatura y la política en la novela basada en la realidad.

Allí, Roncagliolo también indicó que, tanto en la ficción como en la no-ficción, “las historias reales son buenas cuando parecen de mentiras, y las de mentiras son buenas cuando parecen reales. Una parte del juego es que cada lector decida qué es lo que quiere que sea real y qué no”.

A su parecer, fue Capote quien, precisamente, logró conceptualizar este género dentro del periodismo ya que, con su gran reportaje-novela sobre la matanza de una familia en un pueblo norteamericano (A sangre fría), logró un libro en el que “no importa qué hicieron los protagonistas, sino el tema del mal, en lo que convierte a alguien en un asesino”.
(cultura/Perú21)

Discrepo con Roncagliolo sobre el grado de dificultada que puede presentar la creacción de una obra de ficción y no-ficción como él señala. Tampoco creo que el lector es el que decide lo "real" de cada trabajo. El escritor es el que debe crear esa "realidad" bajo el diseño de su propia estructura, es decir, hacer de la escultura capacidad para sostenerse bajo sus propias reglas, midiendo los centros de gravedad y los niveles de estética necesarios para cautivar al lector.

También dice que la historias son buenas cuando parecen mentiras y viceversa. Creo más bien que las historias son buenas cuando contienen un argumento que puede ser dilucidado a diferentes niveles de interpretación a parte de la apreciación artística independiente de todo orden, osea lo subjetivo. El argumento consistiría en la razón de las acciones de los personajes.

"Memorias de una dama", última novela de Roncagliolo, podría semejarse a una "no-ficción" como él dice, por algunas observaciones históricas. No obstante, su teoría se derrumba en su propia novela cuando los personajes juegan dentro de sus propia irrealidad tratándose de liberar mediante un humor trastabillado. Cuando intenta a media obra sobre condimentar con un caribe que nunca alcanza a florecer. Cuando las búsquedas del protagonista se simplifican para evitar profundidades, etc.

En fin, no me parece la mejor de sus novelas. Pero claro, carezco de autoridad y sobro de envidia por el contundente éxito de Roncagliolo (todo éxito es merecido) que lo coloca como uno de los indiscutibles escritores peruanos más importantes y conocido en hispanoamérica.

3 comentarios:

miralunas dijo...

hacìa un rato que no venìa por acà y me voy, como ciempre, enriquecida.
con anotaciones nuevas.
bienaventurado 2010, querido amigo!

Luly dijo...

Yo creo que ya sea de ficción o no ficción la novela en cuestión, por mi parte me tiene que cautivar o atrapar y si no logra eso, puede ser el escritor más famoso del mundo y no voy a terminar de leerla.

En todo caso, no conosco a Roncagliolo, así que no podría opinar acerca de su trabajo en particular.

Besos y abrazos

verdemundo dijo...

Gracias queria miralunas, siempre es bueno verte y leerte mejor aun.. un abrazo sicod'elico.

Luly, Luly.. sin tus presencia ya hubiera dejado todo esto.