Ahora en verdeopinon contamos con Ángel Espejo y esta es su selección de las publicaciones de este 2010.
J.M. Coetzee,Verano (Mondadori). Aquí se cuenta la historia de un joven biógrafo inglés que prepara un libro sobre el difunto escritor John Coetzee. Las investigaciones de este biógrafo se ubican en la época que el escritor sudafricano tiene treinta años y cuando aun esté vivía con sus padre. Coetzee nos cuenta su biografía en clave de ficción. Es un libro ágil y divertido que atrapa al lector desde la primera página.
Gabriela Wiener, Nueve lunas (Planeta). Es una novela que narra lo difícil que puede llegar hacer un embarazo. La protagonista vive en Barcelona y en el mes que va cumplir treinta años está tumbada en una cama de hospital, recuperándose de una operación, es aquí cuando se entera que su padre le ha detectado cáncer. Así empieza Wiener a narrarnos su historia, paginas después la protagonista descubre que está embarazada y eso hay que sumarle que ha perdido el empleo. Una novela distinta y bella.
Mario Vargas Llosa, El sueño del celta (Alfaguara). La tan esperada última novela de Vargas Llosa es un buen libro, pero no está a la altura de las grandes novelas del reciente premio nobel. Aquí se cuenta las peripecias del irlandés Roger Casement, considerado para algunos como un héroe y para otros como un villano. Es una novela contada con capítulos pares en donde se narra los últimos días de Casement y en capítulos impares en donde se presenta pasajes de la vida del irlandés. Es la clásica estructura de las novelas de Vargas Llosa, historias paralelas que el final se juntan.
Miguel Gutiérrez, La violencia del tiempo (Punto de lectura). Siempre había querido leer esta novela, pero hasta antes de esta publicación era muy difícil encontrarla. La violencia del tiempo nos muestra cuatro generaciones de la familia Villar, los lugares que se muestran son distintos: Panamá, Madrid, Barcelona, París, entre otros. Aquí se cuentan tantas historias que da la impresión de tener muchos libros dentro de uno. A pesar de su volumen, es de una agradable lectura.
Rodrigo Núñez Carvallo, Sueños Bárbaros (Peisa). Luego de separarse de su mujer, Rafael Delucchi inicia en sueño que lo ha acompañado a lo largo de su vida: hacer una película. Como es de esperarse atraviesa una serie de problemas para poder cumplir su sueño y al final termina grabando en una vieja casona abandonada de Barranco. Es una historia distinta en donde el narrador muestra una gran pasión por el cine.
Entre los que han sido publicados por peruanos este año y he podido leer, están:
Peter Elmore, La estación de los encuentros (Peisa). Minucioso ensayo sobre escritores variados como Calvino, Martín Adán, Blanca Varela, Coetzee, Ribeyro, Cortázar, Vargas Llosa, entre otros. El autor nos lleva por los pasadizos de la interpretación en la búsqueda de la esencia literaria.
Luis Hernán Castañeda, El futuro de mi cuerpo (Estroendomudo). La historia del término de un amor entre Ángel y Serena que se resiste al paso de las circunstancias que ambos buscan al descifrar una serie de asesinatos y los paralelismos de un hombre que carga con la cabeza de su padre congelada.
Alonso Cueto, La venganza del silencio (Planeta). Antonio, quien aún niño, pierde a sus padres en un accidente, ya adulto, quiere recuperar el sentido lógico en la vida investigando quién mató a su tío y a través de esa búsqueda va encontrando la verdadera historia de su familia y de sí mismo.
Leonardo Caparrós, Un desconocido perfecto, (Punto de Narrativa). Es una novela intensa que limita con la locura, de la desesperación y la falta de libertad; un intento de recobrar orden en la vida de sus personajes que viven en un manicomio.
Oscar Pita Grandi, Paisaje habitado (Estroendomudo). “Dottore” vive en Ausonia y la vejez le ha separado un encuentro con la historia de los inicios de su casta, su vejez le ha dado el amor de Nebbia, también el amor de su hija. Junto a Tomasso, su amigo de infancia, van descubriendo que al final de sus días, la vida misma se encarga de quitarles todo.
Al final de la luz púrpura, Eduardo Bracamonte Castillo, Leonardo Calderón Zavaleta, Raúl Chávez, Alfredo Dammert Lira, Ángel Espejo Márquez, Violeta Gonzales Blanco, Maica Guerrero Yábar y Federico Pardo Casas (Esparta). Es una antología de cuentos producto del último taller de narrativa dictado en el CCPUCP dirigido por Alonso Cueto e Iván Thays y que reúne también un ejercicio de pie forzado sobre por qué está Blancanieves en Nueva York.
Entre los libros que he leído y han sido publicados este año por extranjeros quiero mencionar:
Enrique Vila-Matas, Dublinesca (Seix Barral). Samuel Riba se considera el último editor literario que no se entrega a las ofertas del mercado y al apetito por lo digital. Después de un sueño acude al Bloomsday para desentrañar lo que significa el Ulises de Joyce. En el viaje descubre una obsesión sobre la existencia del escritor perfecto mientras entierran la era de la imprenta.
Marcos Giralt Torrente, Tiempo de vida (Anagrama). Autoficción sobre la pérdida del padre. El autor al enterarse de que su padre tiene cáncer encuentra conflictos irresueltos en su vida y cómo el intento de recuperar la cercanía a su padre le hace entender que en realidad mientras va muriendo empiezan a compartir la vida juntos.
Per Petterson, Yo maldigo el río del tiempo (Mondadori). Arvid debe enfrentarse ante su matrimonio disuelto, el proceso de muerte de su madre y el cambio de política de su nación que no comparte. Es una historia de constante pérdida, pero en donde va construyéndose una identidad a base del dolor y una mirada de compasión propia en el pasado.