lunes, 26 de julio de 2010
Apartamento
El cajón del velador es un osario de ángeles,
Del parquet brota pasto,
Del caño salen lágrimas,
La ducha sabe.
La claraboya nos sostiene del cielo, y el cielo, raso, se
comba.
(Por ahí podría entrar un venado si es que
simplificara su cabeza).
El cuadro es un vacío sin marco.
La televisión un médium de masa.
La cortina revienta contra las rocas.
Los muebles se sacuden el polvo y hacen turno ante la
cola del baño.
Las sillas, en cuclillas, meditan.
La refrigeradora interrumpe su ronquido, y la nevera se
calienta.
Los parlantes tienen la lengua afuera.
El tocadiscos se inyecta, el disco pide a gritos
una camisa de fuerza.
El teléfono entra al baño.
El despertador siente que se le viene.
El foco es
pera triste:
Di.
Xavier Echarri
(Hoy es un día fulminante para mí. Vas a perdurar en mis intersecciones. En mis vuelos bajos. Vas a tener que prenderte, entre otros, para siempre, como una enrededera. Mientras yo, sumiso, vea tus ramificaciones crecer por mis costados. Extraño lo que tuvimos. Pero es mejor extrañarte. De lejos. Un abrazo oblicuo.)
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3 comentarios:
grandes palabras, puedosentir la nostalgia, la pasion, las lagrimas, alegrias y la semi sonrisa.
Me quedo con la ultima oracion.
"Pero es mejor extrañarte. De lejos. Un abrazo oblicuo"
Saludos del otro lado delcharco
Veca
Que bonito: el poema y las palabras.
Cuando se quiere siempre se corre el riesgo de tener que extrañarse.
Así es el amor, así es lo que viene después del amor.
Un besito.
Gracias por pasar y dejar sus comentarios. Un abrazo a las dos.
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