("Aperturar", "oberturar", "ingerir alimentos")
La palabra empezó a hacerse de moda con los ministros y funcionarios del régimen aprista. Se iban a aperturar líneas de crédito con bancos extranjeros, así como se iban a aperturar investigaciones sobre algunas irregularidades. Aperturar: la palabra viene de convertir en verbo el sustantivo ¨apertura¨. Para el que dice aperturar, el sencillo y preciso verbo ¨abrir¨ no es lo suficientemente culto. Y es que detrás del uso de ¨aperturar¨ hay un antiguo anhelo, una grave preocupación: la de parecer docto y elegante. Para impresionar a los demás con su cultura, ¨aperturar¨es mucho más importante que el simple ¨abrir¨.
Por eso es que se usa, sobre todo, frente a cámaras o en la radio o en algunos periódicos. Es una palabra creada para satisfacer el anhelo de impresionar al auditorio, de provocar una reacción: la de la buena ¨cultura¨ del hombre que la dice.
Durante algún tiempo, por la misma razón, muchos han preferido ¨calzado¨en vez de ¨zapatos¨o ¨recepcionar¨ en vez de ¨recibir¨. Cuando alguien va a dar un encargo dice: ¨se lo voy a hacer presente¨.
Recuerdo una historia. Una noche llegué a una comisaría a hacer una denuncia. El policía me dice que el ¨técnico encargado de las denuncias se ha retirado a su domicilio para ingerir sus alimentos¨. ¨¿Eso no significa que se fue a su casa a comer?¨, le pregunté. Me miró extrañado. ¨No, señor¨, claro que no. No es lo mismo.
La radio es una fuente permanente de palabras y frases cultas. Hace un tiempo, cuando la selección peruana goleó a la chilena, el comentario de un locutor radial fue: ¨La selección peruana usufructuó con usura del arco rival¨.
Usufructuar, aperturar, ingerir sus alimentos. El suso de palabras ¨serias¨ y rebuscadas indica un deseo de aparentar, exhibir para ocultar, ponerse una máscara de seriedad y de cultura sigue siendo una preocupación esencial entre nosotros. Nuestro complejo de inferioridad necesita revestirse de los fuegos artificiales del lenguaje. Por eso el habla de tantos discursos políticos, así como el de tantos textos escolares, sacrifica la claridad en aras de la ¨cultura¨, con frases largas y confusas.
Hoy escuché en el banco: ¨Voy a oberturar una cuenta¨.
(Texto extraído de Valses, Rajes y Cortejos, escrito por Alonso Cueto)
8 comentarios:
vamos a ver si me sale: me he regocijado mientras interpretaba tu escrito, mi dictamen acerca de tu reflexión es que execro a todo aquel individuo que haga de su oratoria un discurso ajeno a mi entendimiento...en pocas palabras, me gusta la gente sencilla y que habla a palabras de dos centavos...
lo del gol me ha gustado, supongo que hubo algunos que no sabían si había o no había entrado ;)
Besitos.
Jaaa mientras más complicadas suenen las palabras algunas personas piensan que más inteligentes se les escucha...HUACHAFOS!!!! jaaaaaaaaa
C.W.
de lima me traje la novela de Cuento que me recomendaste! recien la empiezare a leer... aun no APERTURO la maleta.
:o)
mi kriptonita es la palabra ORINAR, se que es correcta y todo, pero no puedo ni pronunciarla.
(Cueto, no Cuento)
Y también esta "direccionar", porque todos sabemos que dirigir no es suficiente.
Tratar de aprentar lo que no se es, ha sido prácticado por la mayoría de la personas alguna vez, sobretodo usando esas palabras rebuscadas que ellos mismos no entienden. Pero igual algunas personas no saben hablar a mi parecer,aunque no usen un lenguaje rebuscado.
Besos.
Zaya, eres recontra culta.
CW y CB, yo también soy medio huachafo... chess.
Iziar, yo tampoco puedo.. tengo que decir miccionar.. Cueto es uno de mis escritores favoritos. Le tengo gran admiración.
Cys, tampoco ¨hacer¨ sino ¨realizar¨.
Luly, tengo el mismo problema.
Quieren ser cultos, tú lo has dicho. Pero del querer al ser, va un buen trecho.
Recuerdo también la de los críticos de cine cuando dicen que "visionan" una película. Claro está que ellos no la "ven" como toda alma viviente, ellos "ven" distinto.
Lo del "usufructo" del gol me ha llegado.
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