domingo, 31 de mayo de 2009
Que sonrían
viernes, 29 de mayo de 2009
Save the children
jueves, 28 de mayo de 2009
Manual para suicidarse emocionalmente
martes, 26 de mayo de 2009
domingo, 24 de mayo de 2009
Amazonas
Juro por la Sarita que iba a hacer un post muy académico sobre la tala ilegal de árboles. Ya lo tengo incluso casi terminado. Después vi este video y pensé quién tendría el tiempo para soplarse 5000 palabras, en temas, que en muchos casos, no llaman la atención.
Por otro lado estoy más ocupado que Cucardina en el día del padre así que los invito a ver.
Pedrito (dije que no iba a hablar de él y aquí estoy precisamente haciendo todo lo contrario) usa la música para generar conciencia y nombra a su última producción discográfica Amazonas.
Y esta es mi canción favorita. Nadia. Así se llama también una mujer inteligente, bella y de una personalidad arrolladora que conocí hace 5 años cuando trabajaba en Pisco. Un saludo para ti.
Claro, empezamos en Amazonas y terminamos en Pisco hablando de Nadia. Así estoy últimamente, disperso y absurdo.
Ah.. No compren pirata!!! (en qué se convirtió este post?)
martes, 19 de mayo de 2009
No lleguen tarde
No más excusas para llegar tarde al trabajo, sigan estas maniobras.
domingo, 17 de mayo de 2009
Sin Mario Benedetti
No vayas a creer lo que te cuentan del mundo
en realidad el mundo es incontable
en todo caso es provincia de ti
no vayas a creer lo que te cuentan del mundo
aun los que te aman mienten sobre
probablemente sin saber que mienten
en la vigilia te sentirás lejano
testigo de tu mundo desde el mundo
sin nubes de tu aliento en los cristales
la humareda del hombre se elevará en la noche
y no sabrás de donde viene el fuego
pero la expectativa te volverá humilde
en el mundo el abismo es un oficio
las preguntas en vano / una vieja costumbre
los desatinos / marca de abolengo
no vayas a creer lo que te cuentan del mundo
(ni siquiera esto que te estoy contando)
ya te dije que el mundo es incontable.
//
viernes, 8 de mayo de 2009
La montaña embrujada
Extracto del cuento: Utopía de un hombre que está cansado.
No recuerdo el aroma del perfume que surcaba tu cuello aquella noche. Nada más me queda intacta la precaria y dudosa manía del perfume tratando de ocultar tu verdadera esencia de mujer. Tu olor a secas. Ese olor que lo tengo todavía fraguado en mis entrañas. Ese olor que escapaba iracundo por tu poros y se abalanzaba contra mí con un cuchillo entre los dientes arrancándome y fileteando sin piedad lo poco que quedaba de mí mientras te besaba. Me voy desarmando entre tus labios hasta quedar resumido en un escombro humeante. Hoy te vi con los rizos hechos un moñito y no me saludaste.
Tus ojos siempre perdiéndose en todos los puntos que forman una recta infinita transformada en un plano intersectado por la cofradía de la noche y la luna resinosa. Tus ojos que cerrados son más expresivos. La música que no atina y se va golpeando contra las paredes como un gorgojo ciego volador. Otra vez tú en medio del torbellino de las voces y el humo del cigarrillo. Si pudiera adivinar dónde fijas tu mirada con tanta resolución pero sin vincularla a nada hubiera tenido la valentía de besarte en aquel bar de segundo piso en la Avenida Larco. Donde hace años íbamos Aurelio y yo a desobedecer cada ley seca previa a las elecciones presidenciales. Él ahora no puede ir más, pero estoy seguro que yo estaré a su lado pronto.
No logro descifrarte, Layla. Quizá es mejor así para ir descubriéndote poco a poco. En cada intento de beso, en cada intento de caricia. Porque a tu lado me convierto en un intento, en una maroma, una finta hacia todos los lados sin avanzar a ninguno.
Ahora no sé si al besarte te estuve besando.
Te vi en la desfile de modas, tú también me viste pero miraste al vacío. O derrepente me miraste directamente a los ojos y encontraste mi vacío. En fin, hay cosas que quizá no entiendo. Me gustaría conversar contigo. Preguntarte. Pero entiendo que mirar al vacío es también responder. También es probable que sea tú única forma de ver.
Me quedo con tu olor para llenar mi vacío.