Abre los ojos y lo ve acostado a su lado, con la espalda desnuda y con la expresión de un niño después de haber cogido todos los dulces de la piñata. Plácido. No quiere moverse para no despertarlo. Y lo contempla como si fuera un cuadro colgado en la pared. Como si perteneciera a una dimensión a punto de quebrarse por su respiración. Su cara está apoyada sobre sus manos cruzadas. Su barba ya le ha crecido un poco, la evoca raspándole los hombros, la espalda, su propia esencia de mujer. Su boca está cerrada pero aun puede oír sus palabras deslizándose por su cuello, trepándose, revolviéndola toda, alojándose en sus sentidos. Y suspira para sí con una realidad prestada de un ser feliz y sin miedo a nada. Cierra los ojos, pero no la embarga la oscuridad, sino la imagen de ese hombre enorme y de movimientos armónicos que duerme a su lado y que al menos ahí, en ese momento, le pertenece sólo a ella. Cierra los ojos tratando de copiar su expresión. En el fondo presiente que no lo logrará.
José se despierta, ella lo oye incorporarse, oye sus pasos descalzos por el piso de losetas. Por un momento la sensación de su cuerpo alejándose de ella la conmueve y le produce un vacío en el vientre, un frío lejano. Pero no abre los ojos porque sería darle tregua a la realidad de la que ella quiere escaparse. La realidad que ella sabe que la asalta con el pretexto del nuevo día, y porque a su luz, vuelve a ser la misma mujer que olvidó durante la noche. Una mujer comprometida con otro hombre.
Quizás ama a Roberto, pero él no la hace reir como José. Roberto no se merece eso, mujer, piensa. Pero yo también merezco tener este tipo de sensaciones, se replica. Se sienta en la cama y observa en el espejo de la pared su vientre plano, su cintura diminuta, sus senos pequeños pero erguidos. Me veo bien. Creo que José se podría enamorar de mí. Pero Roberto es tan bueno y cariñoso conmigo. José es un buen tipo pero nunca tendría exclusividad con él. Roberto me da la estabilidad que necesito. José jamás podría llevarse bien con mi familia. Roberto se esmera para llevarse bien con ellos.
José se despierta, ella lo oye incorporarse, oye sus pasos descalzos por el piso de losetas. Por un momento la sensación de su cuerpo alejándose de ella la conmueve y le produce un vacío en el vientre, un frío lejano. Pero no abre los ojos porque sería darle tregua a la realidad de la que ella quiere escaparse. La realidad que ella sabe que la asalta con el pretexto del nuevo día, y porque a su luz, vuelve a ser la misma mujer que olvidó durante la noche. Una mujer comprometida con otro hombre.
Quizás ama a Roberto, pero él no la hace reir como José. Roberto no se merece eso, mujer, piensa. Pero yo también merezco tener este tipo de sensaciones, se replica. Se sienta en la cama y observa en el espejo de la pared su vientre plano, su cintura diminuta, sus senos pequeños pero erguidos. Me veo bien. Creo que José se podría enamorar de mí. Pero Roberto es tan bueno y cariñoso conmigo. José es un buen tipo pero nunca tendría exclusividad con él. Roberto me da la estabilidad que necesito. José jamás podría llevarse bien con mi familia. Roberto se esmera para llevarse bien con ellos.
José regresa del baño. Ambos se miran y se sonríen. Se visten. Es un momento incómodo. Es la consumación del acto. La renuncia a permanecer en ese ambiente íntimo. El enfrentamiento de la vida que los espera afuera. O sólo a ella. Porque él siempre parece ajeno a todo tránsito. Parece secuestrado por su propia presencia. Como extranjero de todo síntoma de minusvalía. Lo ve y lo encuentra más atractivo con la camisa arrugada y los botones a medio camino. A la vez distante. Su celular suena, pulverizándola. Es Roberto.
- ¿Hola?
- Susanita, tu mamá me acaba de llamar preocupada porque no has ido a dormir a tu casa. La hubieras llamado.
- ¿Y qué le dijiste?
- Le dije que habías estado conmigo, que se hizo tarde y te quedaste por acá. Así que ya sabes si te pregunta.
- Gracias, amor. Ya tú sabes cómo se pone ella con eso de ir a la casa de Fátima. La pasamos bien. Las chicas dicen que cuándo nos vamos a la playa en mancha.
- (Ríe) La próxima semana aprovechando el fin de semana largo. Dile a Fátima que le diga a su enamorado para ir en su carro. ¿Ya llegaste a la oficina?
- Sí, te dejo, me acaba de llegar un mail urgente. Besitos.
- Ok, chiquita, paso por ti para almorzar. Chau.
José termina de abotonarse la camisa, las mangas. Ella se acomoda el cabello, ya no tiene tiempo de bañarse, en el fondo eso la reconforta pues su aroma la acompañará, al menos hasta medio día. José la mira y sonríe moviendo la cabeza. Ella se sonroja y ensaya una expresión de pudor, bajando la mirada.
- Después dicen que los hombres somos mentirosos - dice José mientras se coloca los calcetines -. Nosotros nunca podríamos mentir tan bien como ustedes.
- No todos, pero tú sí - le responde Susana mientras se acerca por detrás y lo abraza recostándose en su espalda -. ¿Cuándo te veré?
- Por lo visto este fin semana no porque te vas a la playita - agrega con un tono juguetón y sin mostrar molestia -.
- A veces me gustaría que te pongas un poco celoso - confiesa Susana mirándose en el espejo, donde todavía está el corazón que dibujó con su lápiz labial y las iniciales de ambos - .
- A mí también me gustaría -añade José - . No te olvides de llamarme cuando lo saques - le inculca tomando su maletín, practicando un gesto de preocupación nada convincente -.
Salen del hotel. José maneja hablando por el celular. Compra un diario en el semáforo. Lo ojea rápidamente antes que cambie la luz. Susana siente que ya no existe. Se echa crema en las manos y se frota las mejillas con delicadeza. Llegan a la oficina de Susana. Ella baja, antes de cerrar la puerta del auto tras ella, José le recalca sin alejar el celular.
- No te olvides de llamarme - abre los ojos en sorpresa y con la otra mano se señala el vientre -.
Susana ingresa a la oficina. Ha llegado tarde pero sabe que nadie lo notará. Se sienta y deja su bolso colgado en el respaldar de su silla. Ahora está preocupada porque no pudo sacarlo antes de quedarse dormida. Piensa en Ricardo, el médico de turno. Pero desiste rápidamente por la vergüenza que le produciría toparse con él en el trabajo. Si no fuera tan joven y tan hablador, se lo hubiera pedido. Enciende la computadora, contesta el teléfono. Pasan dos horas. Se acerca el mediodía. No puede más. Toma su bolso y decidida a sacarlo, ingresa al baño. Así no podría comer con Roberto, eso sí sería una falta de respeto.
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- Usted se ha comunicado con el buzón de voz de 9-9-9-5-8-2-1-6-6 deje su mensaje después de la señal.
- José, soy yo, ya lo saqué. No compres nunca más esos preservativos - Susana nunca los llama condones, cree que es una palabra muy fea y vulgar -.
21 comentarios:
El narrador omnisapiente se ve limitado por Susana que también tiene un narrador de conciencia. Ninguno da valores de juicio. Sólo se centran en relatar lo observado uno y el otro, en explicarlo sin mayor profundidad. Los puntos de vista son de ella únicamente, los otros personajes giran en torno a ella.
La diferenciación de los diálogos, primero, llano y diametral para la conversación telefónica y con movimiento y acciones para la otra. Hace diferencia de sentimientos también. En la última se exterioriza a Roberto, dándole la pincelada final a su caracter.
Cuando parece que se tratará de un mea culpa, el relato toma un nuevo viraje. El elemento añadido para dar sorpresa a la mitad. Un tanto presionado y enérgico.
Las técnicas aparecen, aunque todavía rudimentarias generan un orden más literario. Los perfiles sicológicos se trabajan con mayor detenimiento. La realidad ficticia es todavía lejana. Tus últimas lecturas te están dejando cierta inercia que has sabido aprovechar considerando tu estación.
Por supuesto no genera rédito en el público adolescente, como puedo ver por la falta de comentarios, pero felicito que hayas decidido no ser un rehén de tu público.
Pedro C.
Yo no soy adolescente y te sigo porque me gusta tu creatividad y tus sentimientos. ese Pedro es un higado. que mejore se vaya a comentar a otros blogs. No entiendo de lo que habla pero siempre critica.
Rocio
Pinche Pedro, tanta palabreria para criticar...se mas directo y ve al grano.
Bro, alucinante tu narrativa eh. Ya hablaremos jajajaja.
Les
Menos más que tienes estimo pedro, a ver si fichas y te pones verde
todo es muy comun en este relato por consiguiente se me hace pesada la lectura......
Me gusta tu forma de narrar las historias y aunque no lo creas me perdí al final?
Que se sacó?????? jajaja, si me aclaras, te lo agradeceré.
Saluditos!!!!
Ay... Pedro, siempre omnisciente, siempre haciendo tus criticas alturadas de escritor pulido. Cometes un error al atribuirle adolesencia a los lectores del blog. Claro, te has de referir, de seguro, a la edad intelectual [segun tu] de los que no dejamos comentarios en todos los posts.
En lo personal sigo el Verde Blog siempre, pero no tengo la compulsiva mania de escribir siempre que lo leo criticando la narracion de Verde, o haciendo algun comentario que diga 'aca estoy' porque esa labor es tuya nada mas, tu eres el critico 'per excellance', el Simon Cowell del Blog.
Yo, personalmente no necesito criticar, solo disfruto del talento de mi amigo. Estoy seguro que tu tambien disfrutas [a tu manera peculiar, claro esta] del blog.
Pero ese es tu mundo, el mundo del critico, que nunca puede disfrutar de una buena pelicula, porque sus estandares siempre son demasiado altos, y siempre algo esta mal; todo tiene un error. Se explica la criticona mania con un casi cliche 'todo puede mejorar', y con eso se escuda una personalidad compulsiva que no puede replicar lo que hace el que escribe, pinta, cocina, filma, declama, canta, etc, y por ende; critica con verso prolifico y caro para darle peso a lo que al final es solo eso, una critica, nada mas.
Sigue haciendolo, que esa parece ser tu funcion en la vida, pero no nos atribuyas adolesencia... ni asumas por falta de comentarios, falta de llegada al publico... nadie esta obligado a escribir siempre que se hace un nuevo post.
Pedro C. todavía estoy tratando de generar esos narradores que no se ven pero que pueden generar conciencia más no juicio. Es difícil. A veces migra a ser voz conciente del personaje. El elemento añadido (el preservativo que mal usó Roberto y que quedó en Susana) quería que sea más sorpresivo, pero tampoco lo logré. Mis técnicas no aparecen ni con pinzas.
Mi realidad ficticia es tan real como la Familia Adams.
Das palo, me dices rudimentario pero luego replicas que mis lecturas últimas (asumo que piensas que Flaubert) están dando un margen de resultado ínfimo.
No sé si decir gracias, pero ya me cansé de responderte... Ah las personas que me leen no son adolescentes, noté una picardía en tu afirmación. Bueno quizás algunas lo son. Me contagia y alegra que lo sean porque eso significa que no estoy tan viejo para hablar su lenguaje también.
ufff chao.
Rocío, mi heroína, protégeme de ese hígado.
Les, jaja.. una pichanguita más ratón en el Dibos.
Inz, que no fiche que no fiche.
Andree, sincero y directo, gracias bro, yo también estoy un poco pesado y común últimamente.
Tigrita, creo que ya aclaré lo que se sacó Susanita. Gracias por la visita. Una bienvenida a la gente linda de Venezuela!!!
Webo, ese hubiera sido tu primer blog ves... y te demoraste dos minutos.. ficha compadre ficha.
que rara esa mezcla de pasion y frialdad que se da en los amantes.
me encanta que la chica sea lo suficientemente guarra como para tener un amante y a la vez la palabra "condon" le parezca vulgar. genial.
Gracias por pasarte por "la tertulia" e inscribirte como seguidor...Analizaré tu blog que me ha parecido muy correcto.
Un saludo
pacobailacoach.blogspot.com
ja.. ya nos cayó mal.. alucina que creo que me volveré otorongo por miedo al "qué dirá"..
Eso del condon tambien le paso a una amiga.. un ginecologo tuvo que sacarlo lajajaja esta bien por loca.
maria trespatines de vacaciones
Gracias totales!!! por explicarme, aunque si lo pense, pero me dije: no creo, mejor pregunto antes!!! jajaja.
Excelentes tus historias y gracias por el saludito, siempre recibiras la visita de esta venezolana.
Besos!!!
Verde: ya pues, ya que me animas sera un honor fichar; pero dejame ver sobre que...
... y a riesgo de quedar como un muchacho ignoranton en la materia... dejar el 'preservativo' [las cosas que averguenzan a uno... a veces son bien inconsecuentes] dentro, es una modalidad asi... fashion en el amplio arte del sexo o Jose es un reverendo papanatas?... haha
discutiendo sobre ficcion... en fin... un abrazo, bro
Iziar, la contradicción creo que es lo más tangible en nuestras vidas. Y sí, hay mujeres (y hombres también) que están más preocupados por las apariencias que por su propia esencia.
Gracias por visitarme, publica pronto para disfrutar de tu genialidad.
Coach Paco Bailac, de nada, no es estamos leyendo.
Inz, no le hagas caso, recuerda que al final, esto es sólo catarsis.
Maria trespatines, a una amiga no?
Tigrita, casos que pasan en relaciones locas, me imagino. Nos vemos.
Huevo, te paso las reglas de juego para que fiches. Bueno lo del condón, no es un caso muy desconocido, algunos amigos me han contado que les ha pasado. Generalmente cuando la refriega camal (de cama) es un tanto extrema y cuando los papanatas no se lo ponen bien. Osea José es un gilipollas como diría mi abuelo.
Me parece genial todo man desde el titulo hasta el desenlace. Oe y ese peter debe ser un snob H.D.P.
un abrazo nos vemos el 24 en truxillo...........no?
daniel
Haré uso de la réplica a los que aportaron. A los que se quedaron en alguna idea flotante, no. A esos que confunden palabrería con ir al grano y a los que me persiguen con nombres de órganos humanos mi réplica es el silencio.
A Webo, omnisciente sería el narrador que lo sabe todo, desde el punto de vista literario donde me has colocado como crítico. No soy crítico. Criticar un blog sería como diseñar una escalera sin niveles.
Creo que por el orden de tus palabras eres una persona educada que sabe el valor de la crítica, que es de donde empieza la filosofía misma, insertar una duda en todo lo percibido. Si no apoyas esa idea, entonces estoy equivocado.
¿Simon Cowell? tuve que buscar en google para saber quién era ese personaje. Después de encontrarlo, no entendí tu comparación.
Leonardo, hay un curso de creación literaria que se está abriendo en abril en la PUCP que dura 9 meses a cargo de Thays y Cueto.
Pedro C.
Mi estimado, màs que incomodidad es imposibilidad, menciòn aparte de la comezòn que tengo por las quemaduras de un trabajo de ayer, del dolor de mis mùsculos por lo mismo, de la mugre que me come vivo las partes pudendas de mi carne; etc. Ahora, aprovecho que me quedan 4 minutos y tratarè de escribir algo en lo que es unas cabinas con la mùsica a todo volumen y con mucha gente que disfruta de matarse virtualmente. Le respondo mejor cuando venga la luz, si viene... Suerte.
Pedro C. Gracias por el tip de lo de Cueto y Thays, ya no hay vacantes.
Zeta y Daniel, el 24 parece que estaré en Trujillo, Daniel, ponlas a helar. Zeta, me firmas un poema que tengo separado por favor, si no es mucha molestia.
Pues volvió, según nos explicaron -después de cuatro días de insistencia- es que alguien de la zona quiso robar y fregó toda la instalación, lo triste es que en una hora, tal vez menos, lo arreglaron, y para eso nos tuvieron 4 días sin agua ni luz; triste. Voy a ponerme al día. ¿Y si le digo que nunca he firmado nada? ¿Me creerá que ni firma tengo? Ahí vemos, mi vida está ligada a todo lo extravertido de ella, ni siquiera puedo hacerme una idea de lo que haré el 24; por otro lado, espero que si viene, disfrute de lo que encuentre. Chao.
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