Surfer modelo de BP

El gigante energético británico BP continuó adelante tras otro revés el sábado y dijo que esperaba completar su más reciente esfuerzo por contener el enorme derrame de petróleo en el Golfo de México, mientras el jefe de la firma pareció desestimar el desastre calificándolo como "pequeño".


El accidente en el pozo petrolero submarino está amenazando con convertirse en una calamidad medioambiental y económica en la costa estadounidense del golfo.


Mientras la firma con base en Londres BP Plc avanzó con sus complejos esfuerzos submarinos para dirigir el flujo de petróleo, el Gobierno de Obama exigió "clarificación pública inmediata" del presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, acerca de las intenciones de la compañía de pagar los costos asociados al accidente.


Mientras el crudo fluye sin control desde un pozo ubicado a 1,6 kilómetros bajo el mar en el Golfo, la firma con base en Londres luchaba por guiar a los robots submarinos para que inserten un tubo estrecho envuelto en una cubierta de goma en una tubería de 54 centímetros que ahora derrama petróleo, y desviarlo hacia una nave en la superficie.


El intento inicial de BP por insertar el tubo fue obstaculizado cuando el marco de metal que sostiene el sifón se corrió, dijo el sábado a la prensa el encargado de operaciones de BP Doug Suttles en Robert, Luisiana.


Suttles dijo que BP espera que el tubo sifón sea insertado durante la noche del sábado, y entre en funcionamiento durante la madrugada.


"Debimos traerlo de nuevo a la superficie (el viernes) para hacer algunos ajustes para que pudiéramos conectarlo de forma apropiada a la tubería", dijo Suttles. "Esperamos comenzar la operación de ese equipo durante esta noche", agregó.


El intento previo de la empresa por contener el petróleo utilizando una cúpula de contención gigante falló la semana pasada.


En una entrevista publicada en un periódico británico el viernes, Hayward pareció restar importancia a un incidente que podría convertirse en el peor desastre medio ambiental de la historia estadounidense.


"El Golfo de México es un océano muy grande. La cantidad de volumen de petróleo y dispersantes que estamos vertiendo en él es pequeña en relación al volumen total del agua", comentó Hayward, según citas publicadas por el diario The Guardian.


Hayward también reconoció que su trabajo está expuesto y que sería juzgado por la respuesta de la compañía ante el desastre.


Las acciones de BP se desplomaron y barrieron un mercado de valores de 30.000 millones de dólares desde que comenzó el desastre.


El derrame comenzó después de una explosión del 20 de abril en la plataforma Deepwater Horizon, que dejó 11 trabajadores muertos. Amenaza con eclipsar el derrame del Exxon Valdez de 1989 frente a Alaska y convertirse en el peor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos.


Funcionarios dijeron el sábado que hasta ahora el derrame ha tenido un impacto mínimo en la línea costera y la vida silvestre.


Existen interrogantes sobre las repercusiones de la actual ley estadounidense que limita la responsabilidad de las empresas energéticas por negocios y rentas públicas locales perdidos por derrames de petróleo a 75 millones de dólares.


En una carta a Hayward, el secretario del Interior estadounidense, Ken Salazar, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, citaron las declaraciones de ejecutivos de BP indicando que la empresa aceptaba la responsabilidad y cubriría los costos relacionados.


"Basados en estas declaraciones, entendemos que BP no buscará de ninguna manera descansar en el posible límite establecido por ley de 75 millones de dólares para negarse a entregar compensación a cualquier individuo u otros dañados por el derrame de crudo, incluso si se necesitan más de 75 millones de dólares para entregar una compensación completa a todos los reclamantes", escribieron Napolitano y Salazar.

(Extraído de http://www.ultimasnoticias.com.ve/capriles/cadena-global/detalle.aspx?idart=3080361&idcat=56658&tipo=2)