viernes, 12 de marzo de 2010

La Tía Julia ha muerto



La boliviana Julia Urquidi, fallecida ayer a los 84 años, era algo más que la primera ex-esposa de Mario Vargas Llosa; era “La tía Julia” que insipiró la novela del laureado peruano ‘La tía Julia y el escribidor’, que relata los pormenores de su relación. Julia, insatisfecha por la versión, contestó con otro libro, ‘Lo que Varguitas no dijo’ que nunca alcanzó de la fama de la novela escrita por su ex-marido; fue el único libro que la cochabambina escribió en su vida.

En la novela, semi-autobiográfica, un joven Mario Vargas de 18 años trabaja en una radio peruana, cuyos jefes han traído desde Bolivia al más exitoso escritor de radioteatros, Pedro Camacho, un individuo excéntrico que aparte de escribir sus libretos, también los interpreta. Al mismo tiempo, Mario se enamora de la tía Julia, una pariente política suya, divorciada y de treinta años. Ese amor prohibido desafía a la amplia familia del aspirante a escritor que inicia toda una odisea para poder consumarlo…

El joven Vargas Llosa y Urquidi se casaron en 1955 a pesar de la oposición de la familia Vargas Llosa, pues ella era diez años mayor él y además divorciada. Mario tenía 19 y ella 29 años; era además su tía política. El matrimonio duraría apenas hasta 1964. Según el libro de Urquidi, publicado en Bolivia en 1983, la ruptura con Mario fue repentina: el escritor le confesó a través de una carta que estaba enamorado de Patricia, sobrina carnal de Julia, y actualmente su esposa.
Tras divorciarse de Vargas Llosa, Julia Urquidi volvió a Cochabamba, su ciudad natal, donde trabajó como secretaria privada de la esposa del general René Barrientos, entonces vicepresidente de Bolivia. Posteriormente se trasladó a Lima y volvió a regresar a Bolivia en la década de 1970 para ser secretaria de la entonces primera dama del país, la esposa del general Hugo Bánzer; también fue jefa de protocolo de la Alcaldía de La Paz.



(via zonadelescribidor.com)

4 comentarios:

necia dijo...

si julia tenía treinta cuando él tenía dieciocho, la diferencia no es de diez sinó de doce. ahora bien, ¿cómo puede tener ella treinta al conocerlo y veintinueve al casarse? hum... creo que mejor te regresas a tu wikipedia y después nos cuentas el chisme

verdemundo dijo...

Necia, necia, separa la ficción de la novela con lo que realmente les pasó, y vas a ver que todo cuadra..

Ayy todo tengo que explicarte.

Zayi Hernández dijo...

bueno...leí a Vargas pero no leí nunca la réplica, viniendo de esa clase de mujer tuvo que haber sido buenísima y visceral...a ver si pillo el libro.
Un beso.

verdemundo dijo...

Si lo quieres te lo mando.