jueves, 24 de marzo de 2011

Sophie Auster y Robert Desnos

Este poema interpretado por la hija de Paul Auster, The last poem:



Tanto soñé contigo que pierdes tu realidad.
¿Todavía hay tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo y besar
sobre esa boca el nacimiento de la voz que quiero?
Tanto soñé contigo que mis brazos habituados a cruzarse sobre
mi pecho cuando abrazan tu sombra, quizá ya no podrían
adaptarse al contorno de tu cuerpo.
Y frente a la existencia real de aquello que me obsesiona y
me gobierna desde hace días y años, seguramente me
transformaré en sombra.
Oh balances sentimentales.
Tanto soñé contigo que seguramente ya no podré despertar.
Duermo de pie, con mi cuerpo que se ofrece a todas las
apariencias de la vida y del amor y tú, la única que cuenta
ahora para mí, más difícil me resultará tocar tu frente
y tus labios que los primeros labios y la primera frente
que encuentre.
Tanto soñé contigo, tanto caminé, hablé, me tendí al lado de
tu fantasma que ya no me resta sino ser fantasma entre
los fantasmas, y cien veces más sombra que la sombra que
siempre pasea alegremente por el cuadrante solar de tu vida.

4 comentarios:

Unknown dijo...

¡Qué tajo en el alma después de escuchar esta canción! ¿a dónde me ha lanzado? ¿de dónde debo regresar? dime tú...

kawsay dijo...

Deborah qué haces ahí, acaso llegaste antes que yo?

miralunas dijo...

me he descubierto esa sombra que
siempre pasea alegremente por el cuadrante solar de su vida.

gracias por la emoción, Leonardo!

verdemundo dijo...

Espero que las pregutnas sean retóricas porque no hay respuesta.

Qué bueno que les haya causado la misma emoción que a mí.

Un abrazo.